La microencapsulación del DHA Omega-3: solución para los retos técnicos y beneficios saludables

El DHA (ácido docosahexaenoico) es un tipo de ácido graso Omega-3 esencial para el buen funcionamiento del cerebro, la vista, el sistema cardiovascular y las articulaciones.

A pesar de sus amplios beneficios para la salud, el DHA enfrenta un desafío técnico significativo: su susceptibilidad a la oxidación.

Esto no solo reduce la calidad sensorial de los productos que lo contienen, sino que también acorta su vida útil. Afortunadamente, la tecnología de microencapsulación ha emergido como una solución innovadora para superar estos retos, garantizando la estabilidad del DHA en los alimentos y mejorando la experiencia del consumidor.

Uno de los mayores problemas que enfrenta la industria alimentaria al incorporar DHA en productos es su alta susceptibilidad a la oxidación, esta oxidación provoca la aparición de aromas y sabores desagradables, como la rancidez, que no solo deterioran la calidad del producto, sino que también afectan la experiencia del consumidor, los productos enriquecidos pueden perder su valor nutricional rápidamente si no se almacenan correctamente, lo que lleva a una menor vida útil en los estantes y, en muchos casos, insatisfacción del cliente.

Para mitigar los efectos negativos de la oxidación, la tecnología de microencapsulación ha demostrado ser una solución efectiva, este proceso consiste en encapsular las moléculas de DHA en una capa protectora, generalmente compuesta por polímeros o materiales naturales, que las aísla del oxígeno y otros agentes que pueden causar su degradación

La microencapsulación no solo previene la oxidación, sino que también protege el DHA durante el proceso de producción y almacenamiento, garantizando que sus beneficios se mantengan intactos hasta que el producto llegue al consumidor final.